by Rosa Isabel Montero Torres
Published on: Aug 24, 2006
Topic:
Type: Opinions

¿Quiénes somos? ¿Qué papel desempeñamos en una sociedad que nos margina de los procesos que se gestan en su interior? En términos de la ley 375 de 1997 debemos entender que juventud es “el cuerpo social dotado de considerable influencia en el presente y en el futuro de la sociedad, que pueda asumir responsabilidades y funciones en el progreso de la comunidad colombiana”, pero transcurrida casi una década de su expedición, el balance que arroja su introducción y la de su decreto reglamentario 089 de 2000, es el de cientos de jóvenes dolientes de ella, a los cuales se les dio esperanzas de obtener las herramientas necesarias para hacer valer sus derechos y exponer sus problemáticas, pero lo que han obtenido como respuesta a sus demandas han sido negativas por parte de los diferentes niveles de la administración.

Cómo podemos determinar la forma en que podemos influir los jóvenes de Cartagena y Bolívar en el presente y futuro del Distrito y del Departamento si no existen políticas claras que nos incluyan en la elaboración de los planes de desarrollo de la ciudad y el departamento constituyéndonos en veedores de la ejecución de éstos? Es la actual la segunda administración distrital que suprime la participación juvenil en el desarrollo de Cartagena, de lo cual son prueba la falta de instalación pública y formal de mesas de trabajo juveniles para la elaboración de los citados planes, y la marginación sufrida por el actual Consejo Distrital de Juventudes. Y si entramos a analizar la situación de los jóvenes del resto del Departamento y del país que no cuentan siquiera con un Consejo de Juventudes, formalmente conformado que los represente, encontraremos que no dista de ser igual de oscuro su panorama.

Desde nuestro punto de vista como jóvenes, la relación “estimulación VS gestión” no debe desestimarse jamás al momento de estructurar estrategias que busquen inspirar a los jóvenes a ser agentes activos en la transformación de sus entornos e incentivar el desarrollo en ellos de una conciencia social que los motive a realizarse de su problemática y a alzar la voz para buscar su corrección.

Llegó la hora!!! Es el momento ideal para que de una vez por todas las autoridades locales y departamentales pongan como centro de la atención pública a la juventud cartagenera y bolivarense. Que entiendan desde ya que requerimos más que una ínfima, y muchas veces ineficaz, asignación presupuestal para la “recreación y el deporte”. Que se tomen en serio las propuestas que en materia de desarrollo social y humano surjan de la colectividad juvenil. Que se nos haga claridad sobre las formas en que podemos aprovechar los rubros que dentro del presupuesto distrital y departamental deben destinarse para apoyar proyectos de iniciativa juvenil. Que se nos instruya y forme como líderes de nuestras comunidades. Y, por último, que se nos motive a apartarnos de nuestro individualismo natural para dar paso a la revolución interior que nos haga entender y sufrir la situación de nuestros hermanos como si fuera nuestra.


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