En tierra estadounidense no faltan las calcomanías con frases que despliegan un claro malestar de gran parte de la población, junto con banderas de quienes apoyan el despliegue de tropas en suelo iraquí, alegando que el camino a la paz es la guerra. Son dos puntos de vista sumamente encontrados que persiguen un mismo fin: la paz. Pero en todo conflicto, uno debe analizar su origen para saber si se trata de un enfrentamiento justo o injusto, carácter que no es tan subjetivo como se creería. Por ejemplo, la intervención de los aliados en la II Guerra Mundial podría definirse como una guerra justa, ya que una matanza se daba ante ojos del mundo y era necesario intervenir para frenarla. Justo.
En Irak el sistema de gobierno era distinto al que conocemos en occidente, y ciertamente, era una escuela para el terrorismo y refugio de muchos asesinos y criminales internacionales. Pero era un país con soberanía y fronteras que debían respetarse, sobre todo cuando la voz del mundo decía: ¡no a la guerra!. Distando de lo sostenido por los gobiernos, esa es la voz de la población mundial.
Por supuesto, no solo el terrorismo era lo que les preocupaba a los estadounidenses, cosa confirmada dos años después por el propio Bush y su aliado Blair. Pero aún así la guerra en lejano oriente aún continúa, y de este lado del mundo pareciera que nos hemos olvidado de ella.
Estados Unidos está seriamente endeudado, con una crisis social interna fuerte debido a la inmigración y el choque de culturas resultante. La necesidad de fortalecerse como potencia en otros flancos que no había tomado en cuenta, (sobre todo ahora que el terrorismo es una amenaza mundial muy difícil de controlar por su fácil movilidad y largo alcance), es obvia, y el precio de ello es el que estamos viviendo. También este país es un gran productor de armas de guerra, por lo que muchos de sus ingresos provienen del gasto bélico.
Estados Unidos posee el ejército más grande y poderoso del mundo pero a la vez su gasto en defensa es seriamente alto. Uno podría pensar que ganan para gastar, pero en verdad los fines que se persiguen en cada conflicto lo valen. Irak tiene una reserva petrolera de seria importancia en el mundo, y sabemos que el crudo es el nuevo oro, el que posee acceso a dicho recurso natural, asegura poder económico.
“La guerra contra el terrorismo” le ha costado más al mundo que al propio gobierno de Bush, abriendo una clara puerta que nos debe obligar a pensar seriamente y tomar cartas en el asunto, sobre todo en nuestros países latinoamericanos que comparten un mismo territorio de semejante potencia, y que, a pesar de todo, es el sector más tranquilo del globo, pero, ¿quién nos asegura que América Latina se mantendrá así, sin ser ocupada con alguna excusa y violados sus derechos soberanos? Tenemos que mantener la cabeza donde debe estar y seguir de cerca a esta potencia americana a la vez que exigimos lo que el mundo se merece: paz por la vía de la paz.
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http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4959000/4959300.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_5018000/5018596.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_3721000/3721408.stm
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_4356000/4356020.stm
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Nota: Este artículo integra el Nro. 6 de la Revista Virtual InterJóvenes
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