La espera en el Club Argentino de Polo fue una extraña mezcla de sucesos. Oasis empezó su recital quince minutos después de lo acordado porque la gente estaba enloquecida tratando de entrar al predio. La multitud sumaba una 45 mil personas que se movían en masa de un lado para el otro. Mientras afuera trataban de romper las vallas para agilizar la entrada, adentro la marea humana desmayaba a más de una persona. La gente estaba entusiasmada y apurada por ver a los hermanos Gallagher.
Primero fue el turno de Juana la Loca, y después hubo una sorpresa de último momento: Intoxicados, que se llevó aplausos y abucheos. La ironía del “Pity” Álvarez fue lo mejor de su mini show: “si quieren agua griten más fuerte, ustedes cantan mas fuerte que yo, griten” o “recién estuve con los pibes de Oasis, es gente que los aprecia mucho, están llenos de amor, tienen un enorme afecto por cada uno de ustedes”. Como último telonero Turf calentó el fuego de la gente con una avalancha de hits, las chicas bailaban y los chicos saltaban, a medida que el sonido parecía mejorar poco a poco.
La gente de seguridad no daba abasto y todavía no se habían asomado Liam ni Noel. La gente empujaba violentamente de un lado para el otro, por momentos la desesperación de no encontrar dónde pisar y para dónde moverse produjo caídas en cadena y varias desmayadas antes del show.
A las 21:45 se apagaron las luces del escenario, se prendieron luces “navideñas” alrededor de los equipos, se iluminó el telón bordó detrás de la batería y salió Liam Gallagher de saco blanco naval, caminando con su particular forma arrogante de moverse por el escenario. Esperó que sus compañeros se acomodaran y comenzó el show con una canción de su último disco.
El sonido era pésimo, la guitarra de Noel no se escuchaba, y la voz de Liam estaba muy fuerte, al tercer tema se fue arreglando el problema de sonido y recién cuando tocaron “What´s the Story (Morning Glory)” sonaron bien. De hecho ése fue el punto cumbre del recital, fue el mejor tema y la gente respondió excelente ante ese clásico tan viejo que no suelen tocar muy seguido.
El recital fue mejorando con el pasar de las canciones, pero la banda dejó mucho que desear, ya que tocaron muchos temas del último disco, desconocidos para la mayoría que sólo había ido a escuchar los clásicos del grupo inglés que desafortunadamente no pudo oir. Tocaron muchas baladas que cortaban con el clima de pogo que el público evidenciaba, y Liam con su semblante arrogante ni siquiera atinó a saludar al público, expresando unas pocas palabras en un inglés balbuceante incomprensible.
La banda presentó a sus nuevos integrantes: el guitarrista Gem Archer, al bajista Andy Bell y el hijo del legendario Beatle Ringo Starr, Zach Starkey, que deslumbró a todos con su solo de batería.
Al final del show comenzaron a sonaron los mejores temas, como “Wonderwall”, “Champange Supernova”, “Live Forever” y el dedicado a Diego Maradona “Cigarretes & Alcohol”, sin embargo muchos temas emblemáticos de la banda no fueron ejecutados como “Supersonic”, “Gas Panic”, “Little by Little”, “Hindu Times” o “Don´t Go Away”.
La banda tocó una hora y media y se fue. Volvió y tocó tres temas más, y el último completamente desconocido. Liam después de estar parado inmóvil por unos minutos mirando a la gente, se sacó los anteojos de sol e hizo un gesto de saludo con ellos, dio media vuelta y se fue. Noel tiró al público las panderetas de su hermano Liam, saludó al público y salió del escenario, cada cual por su lado.
---------------------------------------------------------------
Nota: Este artículo integra el Nro. 3 de la Revista Virtual InterJóvenes
« return.