Este evento sirvió para que chicos y chicas de Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina y España -hubo una delegación de jóvenes murcianos que brindó información sobre sus programas en materia de juventud, muy avanzados en comparación con los nuestros-, se conozcan un poco y puedan intercambiar experiencias de lo que hacen en sus respectivas organizaciones y de los proyectos que tienen o están llevando a cabo. Y también, por qué no, para entablar amistad entre ellos, ya que hubo grandes espacios para el esparcimiento y la socialización.
Este artículo pretende hacer foco en el momento más candente del encuentro, el penúltimo día del evento, cuando un joven uruguayo expuso el "Programa GEO Juvenil Uruguay", desarrollado por el área ambiental del Grupo de Jóvenes en el Mercosur. Cuando el joven terminó su exposición, se abrió la ronda de preguntas y entonces una chica interrogó acerca de la opinión de la organización sobre las plantas de celulosa que las empresas finlandesas Botnia y Ence están instalando en Fray Bentos, en las márgenes del río Uruguay. Ante esa pregunta el expositor dijo que no podía responderle allí porque, según contó, en su organización no había aún "una postura institucional definida" y por ello consideraba que no correspondía tocar ese tema en el evento. Hubo entonces comentarios de todos y todas, y fue entonces cuando intervino la coordinación del encuentro para manifestar que si alguien quería tratar el tema podía hacerlo en una plaza o en cualquier otro sitio, pero no dentro del marco del encuentro por no formar parte de la agenda programada. Esa intervención generó un fuerte rechazo por parte de algunos jóvenes participantes, acusando esta actitud como un acto de censura y en la atmósfera quedó flotando un aire de disconformismo porque, según argumentaron después muchos jóvenes, la actitud de no dejar discutir un determinado tema constituía un acto antidemocrático.
Al cierre formal de la jornada un grupo de participantes se reunió en una plaza para debatir el tema e intercambiar posturas y propuestas.
De lo discutido por los jóvenes puede destacarse que la posición uruguaya era favorable a la instalación de las plantas. Los jóvenes del país vecino expresaban que, básicamente, los argentinos en realidad están molestos porque el negocio no será para ellos, y se quejaron porque en Argentina hay doce plantas productoras de pasta para papel y nadie habla contra ellas. Los uruguayos creen que los argentinos no deben interferir en sus asuntos.
Poco se dijo sobre que si hay contaminación, afectará a ambos países.
Además de las organizaciones ya mencionadas participaron del encuentro también, en calidad de expositores: Mercociudades, TakingITGlobal, la Comisión Juventud e Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, y la Asociación Vientos del Sur, entre otras.
El encuentro fue organizado por Puente Sur Uruguay, el Foro Eurolatino de Juventudes y la Embajada Francesa. Y fue auspiciado por la Intendencia de Paysandú, el Ministerio de Desarrollo Social Uruguayo y el Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
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Nota: Este artículo integra el Nro. 3 de la Revista Virtual InterJóvenes
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