De norte a sur, de este a oeste gente es lo que sobra, colores, olores, reflejos, sentimientos…
Del blanco al negro de Oriente a Occidente hay personas, culturas y emociones que se acumulan en una gran gama de diversidad.
Cada pueblo con su propio sentir, no lo digo en sentido ambiguo, porque el girar de 360 grados de este mundo y el espíritu inquieto que me caracteriza, me ha llevado a convivir, disfrutar, oír y sentir diversas formas de vida, han llamado mi atención los nuevos sentimientos que he adquirido en el corto trecho de existencia recorrido.
¿Cómo puede haber sentimientos que aun no haya encontrado, o será que no los he generado?
¿Será que las emociones son genuinas o mero invento de nuestro enhebrado cerebro?
Fue lo que me cuestione cuando mi corazón, razón y espíritu comenzaron a experimentar nuevas sensaciones….
Ante un “saudades” termino en Portugués, sin una traducción literal, para un sentimiento parecido a la nostalgia o añoranza, pero no era ni nostalgia ni añoranza, si no que era algo mas complejo. Me encontraba ahí parada, en el país de la samba y el fútbol, con un dolor, una alegría, recuerdos y cosquillas, algo que mi corazón nunca había sentido, había adoptado un nuevo sentimiento que en mi cultura no existía.
¿Por que el emitir un I love you es mucho mas sencillo que un te amo? Si el significado es equivalente…¿Por qué existen las metáforas como romper el corazón, o se le partió en dos? Si yo no le encuentro nada de metáfora, es mas, se me hace que después de el ultimo desamor a un tengo pedazos del corazón rotos perdidos entre mi no tan clara alma.
Indagando sobre esta extraña manía por generar nuevos sentimientos tropecé con que éstos son producidos por nosotros mismos, todo el dolor, la depresión, la melancolía, el rencor, la envidia, la añoranza, son serpientes y escaleras que nuestra cultura, familia, profesores y entorno nos ayudan a generar, logrando con esto acentuar nuestro corazón a un increíble matiz de sentimientos, los cuales no son auténticos si no vertiginosas formas de amargar o alegrar nuestra vida.
Los sentimientos auténticos solo son cinco y son la tristeza, el miedo, la rabia, la alegría y el afecto, todos los otros son creados por nosotros y les damos el poder de dominarnos… Ahí esta el poder de la dicha y la felicidad o del odio y la destrucción. Y ahí esta el mundo esperando a ver que nuevo sentimiento inventamos para seguir auto destruyéndonos……. ¿Aun les darás el poder?
Laura Müller Rodríguez
Laumuro@hotmail.com
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