by Julián Pablo Sinesi
Published on: Nov 28, 2005
Topic:
Type: Opinions

Dos cumbres antecedieron a la primera Cumbre de las Américas celebrada en Miami en 1994. La primera, en julio de 1956, reunió a 19 líderes de distintos países en la Ciudad de Panamá. La segunda, celebrada en 1967 en Punta del Este, buscaba fortalecer la Alianza para el Progreso impulsada por el Presidente Kennedy.

La Cumbre de Miami estableció un pacto para el desarrollo y la prosperidad basado en la preservación y el fortalecimiento de las democracias de América. El objetivo del documento consensuado fue expandir la prosperidad a través de la integración económica y el libre comercio, erradicar la pobreza y la discriminación en el continente y garantizar el desarrollo sostenible y la protección del medio ambiente.

La iniciativa más importante fue el acuerdo para trabajar en la creación de un Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Las negociaciones para la conformación definitiva de esta área debían concluir a más tardar a principios de 2005. Esta cumbre fue la primera que contó con la totalidad de los líderes elegidos en forma democrática, y la primera que incluyó a Canadá y los Estados isleños del Caribe.

En 1996, se desarrolló en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible, fruto de una iniciativa del Presidente Sánchez de Losada. Los objetivos eran establecer una visión común para el futuro según los conceptos de desarrollo sostenible, y ratificar los principios suscritos en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. Las largas y complejas negociaciones multilaterales incluyeron el flujo de información de un importante contingente de organizaciones de la Sociedad Civil. El consenso general de sumar elementos económicos, sociales y ambientales al concepto de desarrollo sostenible fue, tal vez, el logro más importante de la Cumbre de Bolivia.

La Segunda Cumbre, celebrada en Santiago de Chile en 1998, fue preparada, discutida y aprobada en forma conjunta por todos los países. Se dio énfasis a las políticas sociales como la educación, tema principal de la cumbre, y a otros asuntos esenciales como por ejemplo: la consolidación y la calidad de la democracia, el respeto por los derechos humanos y el camino para un Área de Libre Comercio de las Américas, instruyendo a los Ministros Responsables del Comercio a que inicien las negociaciones: “El proceso de negociación del ALCA será transparente, y tomará en cuenta las diferencias en los niveles de desarrollo y en el tamaño de las economías de las Américas, con el fin de generar oportunidades para la plena participación de todos los países. Creemos que la integración económica, la inversión y el libre comercio son factores claves para elevar el nivel de vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y lograr una mejor protección del medio ambiente.”

La Tercera Cumbre de Québec, en 2001, fue notable tanto por sus éxitos como por los nuevos desafíos que enfrentaban los países americanos para continuar avanzando. El tema más importante en las discusiones fue la preparación de la Carta Democrática Interamericana para reforzar los instrumentos de la OEA por la defensa activa de la democracia representativa.

La Carta fue adoptada el 11 de septiembre de 2001, en Lima, en una Sesión Especial de la Asamblea General de la OEA. También se volvió a instruir a los Ministros para que aceleren las negociaciones del ALCA y estas terminen en Enero de 2005. Pero se aclaró lo siguiente: “Tal como se acordó en la Cumbre de Miami, el libre comercio, sin subsidios ni prácticas desleales, acompañado de flujos crecientes de inversión productiva y de una mayor integración económica, favorecerá la prosperidad regional, permitiendo elevar los niveles de vida, mejorar las condiciones laborales de los pueblos de las Américas y proteger mejor el medio ambiente”.

En la Cumbre Extraordinaria de Monterrey de 2004, los Jefes de Estado se reunieron para avanzar en la implementación de medidas para combatir la pobreza, promover la inclusión social y una distribución más equitativa de la riqueza junto al fortalecimiento de la gobernabilidad en nuestras democracias.

LA CUMBRE DE MAR DEL PLATA:

La Cuarta Cumbre de las Américas, que tuvo lugar recientemente en la ciudad de Mar del Plata, reunió a 34 líderes del continente. El objetivo principal, planteado por la Argentina, fue el de crear empleos para combatir la pobreza y reforzar la gobernabilidad democrática. Esta cumbre fue la única en la que no se logró un acuerdo en su declaración final, incluyéndose dos posiciones respecto al libre comercio en el continente: la que lo apoya y la que lo hace con reservas. El párrafo que incluyó la postura de los que aún no respaldan al ALCA expresa: “Otros miembros sostienen que todavía no están dadas las condiciones necesarias para lograr un acuerdo de libre comercio equilibrado y equitativo, con acceso efectivo de los mercados, libre de subsidios y practicas de comercio distorsivas y que tome en cuenta las necesidades y sensibilidades de todos los socios, así como las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño de las economías.”

De los 34 países, sólo los miembros del MERCOSUR y Venezuela adoptaron esta postura frente al ALCA. Los que más insistieron en que arribara a un acuerdo, además de EEUU, fueron Canadá, con una postura un poco más crítica y México, que defendió más su posición que sus vecinos del Norte. El presidente Fox manifestó que la discusión fue muy politizada, y que "Quien bloquea un acuerdo como éste ciertamente está viendo por sus propios intereses y no por los intereses de los demás”.

El ex subsecretario de la Cancillería Mexicana para América Latina y El Caribe, Gustavo Iruegas expresó: "Es un mal incidente, los argentinos y los mexicanos saben que esto es un asunto entre ellos (los Presidentes), no es entre Argentina y México".

Para Finalizar:

El hecho es que nadie niega que un acuerdo comercial que incluya a todo el continente no pudiera ser rentable. Sólo con que nuestros productos puedan entrar sin barreras al mercado estadounidense significaría una ganancia muy importante para nuestros productores. Pero con las subvenciones a la industria y al agro (por parte de EEUU) y las patentes medicinales tan altas, concluiríamos con una pérdida muy importante para el sector agrario e industrial de nuestro país, como ocurrió en la década pasada, y con un endeudamiento por las patentes. Por eso, para que exista un acuerdo de libre comercio continental, primero se deben limar todas las diferencias entre los países desarrollados y los países en desventaja comercial. Para asegurar la prosperidad en todo el continente, y no sólo para aquellos que tienen ventajas apoyada en políticas internas estatales.



Fuentes oficiales: Sitio de la OEA, sitio de la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional y el sitio de las Cumbres de las Américas.

Periódicos: www.clarin.com, www.elnorte.com, www.ledevoir.com


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Nota: Este artículo integra el Nro. 1 de la Revista Virtual InterJóvenes

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