by Valeria Pasmanter
Published on: Nov 28, 2005
Topic:
Type: Opinions

Estoy completamente convencida de que conocer y entender las diferencias culturales, nos permitirá resolver y evitar muchos de los conflictos que ocurren hoy en día. Todos intentamos entender al otro desde nuestro propio punto de vista, y eso es justamente, lo que hace imposible comprendernos.

Todos venimos de pasados distintos, de experiencias diferentes. Cada uno de nosotros es hoy el resultado de lo que vivió. Sus razonamientos son un producto de sus vivencias personales, de lo que leyó, de lo que le contaron, de su familia, de sus colegio, etc. Entonces ¿Por qué a raíz de un mismo problema todos tenemos que razonar igual? ¿Por qué no podemos sacar conclusiones diferentes? ¿Por qué nuestra solución tiene que ser la correcta? ¿Correcta para quien?

Si esto nos ocurre con nuestros amigos, conocidos, y grupo cercano, imagínense con alguien de otro país, de otra cultura, que pasó por situaciones de vida totalmente distintas a las propias.

Trabajé durante 3 años en una ONG que promueve el desarrollo del liderazgo en los jóvenes a través del intercambio. Para decirlo en otras palabras, AIESEC envía estudiantes y recién graduados universitarios a realizar prácticas rentadas a más de 89 países, con el objetivo de promover el entendimiento cultural.

En junio del 2003 elegí irme a trabajar a México DF, a vivir mi propia experiencia.

Éramos un grupo de 25 extranjeros de todas partes de mundo que nos encontrábamos en la capital mexicana en ese momento, trabajando para diferentes empresas.

En una de nuestras tantas charlas multinacionales, nos preguntábamos cómo íbamos a festejar Navidad ese diciembre. Entre historias y relatos de nuestras navidades, Jessica, la norteamericana, quedó atónita cuando le contamos que debajo de la línea del ecuador, en esa época hace calor.

Jessi no concebía una Navidad sin frío ni nieve. Nos costó convencerla que Papá Noel no venía a dejarnos los regalos en malla roja, sino que debajo de su traje colorado, estaba sufriendo un calor insoportable, pero que por respetar una tradición tenía que aguantar ese fuego interno.

Nuestra protagonista en cuestión intentaba comprender, con todas sus fuerzas, que no en todo el mundo pasa lo mismo que en su país.
Muchas veces cuando conté esta anécdota a mis amigos, criticaban a Jessica por su forma de pensar, pero pocos se dieron cuenta que nosotros hacemos exactamente lo mismo en varias ocasiones. O ¿a todos nos resulta fácil entender el desmedido consumismo estadounidense, el fanatismo religioso hindú y millones de situaciones que pasan en este planeta?

¿Quién tiene la respuesta correcta? Mejor tengamos en cuenta que “La cultura no puede ser juzgada desde afuera, cada elemento cultural debe ser visto en un contexto dentro de un todo porque sirve a una propósito especifico en ese contexto”.


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Nota: Este artículo integra el Nro. 1 de la Revista Virtual InterJóvenes

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