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Eran las 5:30 de la mañana en Mar del Plata. Caminaba por las calles con una amiga, mi compañera en el viaje, buscando el hotel al que supuestamente debíamos llegar. Cruzamos con suerte una barrera policial - gracias a las credenciales ecuatorianas-. Mis pies esquivaban panfletos de repudio al Mr. George, y todas con mensajes de los distintas organizaciones políticas que participaban de la llamada Cumbre de los Pueblos, que por cierto, el nombre me llamo mucho la atención, pues dicha cumbre llamaba a la unidad de América Latina. No debería llamarse: ¿“La Cumbre del Pueblo”? pensé.
Seguía por la larga Av. Independencia y me iba encontrando con algún que otro edificio roto, graffittis con mensajes en contra de Bush y el ALCA, mezclados con banderas de todos los países, colgadas en cada poste de la ciudad. Después de ver el mar a lo lejos, me di cuenta que habia llegado a destino. Dejamos las cosas y salimos a caminar por ahí, hasta que la ciudad se despierte. De pronto el frío se calmo y la gente empezó a salir. Temprano, cerca de las 9:30 de la mañana de ese sábado cinco de noviembre, empezaron las caravanas oficiales de los presidentes, quienes al pasar eran, unos saludados con emotividad por la gente, otros recibidos con gestos bastante claros de rechazo. Se iniciaron las conversaciones a las 10 de la mañana entre los presidentes, de las que sé tanto como ustedes y lo que los grandes diarios cuentan.
Relativamente cerca de donde sesionaban los presidentes, estaban los “representantes del pueblo” en la llamada Contra Cumbre. Siete mil delegados de los 34 países de América estaban presentes, discutiendo y condenando la postura de EE.UU., y el Polideportivo de Mar del Plata estaba plagado de consignas anti-bush, condenando la globalización y el pago de la deuda externa. Entre los principales invitados de la contra-cumbre se encontraba el polémico Hugo Chávez, que se hizo presente en primera fila en la ceremonia de apertura de la Cumbre de los Pueblos, y después cambio de escenario al de los presidentes, dejando la posta a personajes como el trovador cubano Silvio Rodríguez y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.
Lo que resultó de la Cumbre de los Pueblos fue dejar en claro la oposición de “los pueblos” de América en contra de las posturas del imperialismo yankee. Lo que resultó de la IV Cumbre de las Americas fueron, algunas discrepancias respecto de algunos puntos del acuerdo del ALCA, que era uno de los temas principales en la agenda, y la prolongación de las negociaciones para otro momento. Ni la contra, ni la cumbre dieron más alternativas que completen las expectativas de todos, y a pesar que Chávez habló de la “Unificación Bolivariana”, fue un lindo discurso esperanzador sin ningún proyecto escrito que compita ante el ALCA.
Al término de todo el barullo tanto oficial como popular, me senté a descansar con mi compañera de jornada, mientras veíamos regresar a los hoteles a las caravanas presidenciales, y las manos y los gestos nuevamente. Entonces se acercó una mujer que bordeaba los sesenta años. Amablemente buscaba una opinión acerca de lo que pasaba en su ciudad, de dos extranjeras con el tercio de su edad:
¿Y que opinan Uds. de Bush y de la contra? Nos dijo.
Fue una hora y media de charla extensa, donde en resumidas cuentas expuse mi posición no como extranjera, sino como latinoamericana: "Creo que pienso lo mismo que opinamos todos los que no somos jefes del país más poderoso del mundo, lo mismo que aquellos que tenemos que comer día a día, lo mismo que usted y ella. Lo que estoy segura, es que ni usted ni yo opinamos lo mismo que aquellas poblaciones aisladas que no saben que esto esta pasando, que se alimentan con un dólar por día, que se ponen la camiseta del equipo que le dé de comer, malo o bueno, es comida, ¿no? Lo que veo aquí, hoy, son pancartas de rechazo, partidos políticos segregados por el sistema que no han cambiado nada, más que una que otra ventana rota. Lindos discursos, nada de hechos. Lo que veo hoy son jóvenes reunidos a dialogar, como los presidentes, no a planear la construcción de nuestra Latinoamérica. Con tanta energía en los gritos, podríamos usarla en construir una que otra escuela ¿no?". Reímos.
La amable señora se fue a su casa, y yo a descansar antes de entrevistarme con el Sr. Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Ecuador , el Dr. Francisco Carrión.
Después de romper el hielo, entramos en una cálida conversación informal. Hablamos de varios temas hasta que entramos al grano:
• ¿Dr. Carrión, en concreto, que se obtuvo de las conversaciones en la Cumbre?
• Debo decir, que fue bastante productivo en varios temas, pues el ALCA no era el único a tratar. Los países que nos veríamos afectados por las ventajas en varios terrenos de Estados Unidos, pero no solo de dicha potencia, sino también de las potencias regionales como son Argentina o Brasil, así que hemos plantado la posición de negociar nuevamente hasta entrar en una conciliación que nos beneficie a todos, que a la final es lo que tratamos de lograr, una integración de toda América. Han surgido nuevos acuerdos bilaterales de apoyo, como por ejemplo con Perú. Todo diálogo es positivo, siempre es un paso adelante.
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Andrea Durán Sánchez
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