by Damian Profeta | |
Published on: Jul 21, 2005 | |
Topic: | |
Type: Opinions | |
https://www.tigweb.org/express/panorama/article.html?ContentID=5922 | |
Nota: Este artículo desarrolla algunas ideas que surgieron tras una breve entrevista que me realizaron un tiempo atrás en torno a las ONGs argentinas y la cooperación internacional en el marco de los ODMs. Es por ello que no pretende ser una expresión acabada del tema ni mucho menos y se agradecen mucho los comentarios que puedan surgir de su lectura. Conocerlos para Alcanzarlos... En Argentina una gran parte de las ONGs –y casi toda la población- no están al tanto de la existencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio –ODMs-. Y resulta difícil pensar que estos Objetivos pueden ser alcanzados sin un muy amplio involucramiento por parte de las organizaciones sociales en particular, y de la población en general. Es claro que los ODMs no son un conjuro mágico; su sola existencia no garantiza una mejora del ambiente o avances en la lucha contra el VIH/SIDA, por ejemplo. Sin embargo, marcan y resaltan una senda en la que los países miembros de Naciones Unidas se comprometieron a recorrer juntos. Y ahí radica la novedad e importancia de este conjunto de objetivos y metas. Los países desarrollados se comprometieron, por ejemplo, a destinar más presupuesto a ayuda internacional para el desarrollo y los países en desarrollo se comprometieron a mejorar sus mecanismos de transparencia en el manejo de los recursos públicos, y promover y garantizar la conformación de espacios de concertación nacional para la discusión, la formulación, la ejecución y el monitoreo de estrategias de reducción de la pobreza. Y el rol de las ONGs en ese marco es, por un lado, velar y presionar para que ese proceso de concertación se produzca, las incluya como protagonistas necesarios y en ese contexto puedan articularse acciones conjuntas. Entonces, los ODMs deberían ser una garantía de diálogo social para el avance hacia mejores condiciones de vida de la población y una oportunidad para las ONGs de estrechar más y mejores lazos, encontrarse y discutir visiones y prácticas comunes, generar alianzas potenciadoras de su accionar y poder interactuar e incidir en las políticas públicas. Los ODMs son una herramienta para las ONGs, no sólo para trazar referencias entre su accionar y lo establecido en los objetivos y metas, sino también para romper con la desarticulación predominante entre las organizaciones sociales y buscar un diálogo común por el desarrollo, gestar alianzas estratégicas y minimizar la superposición de esfuerzos y la consecuente pérdida de recursos. Los ODMs son una agenda vacía de sentido si las ONGs no se involucran y le dan cuerpo. Que las ONGs conozcan y se apropien de los ODMs es necesario para la puesta en práctica de los compromisos asumidos por el gobierno argentino y por ende para garantizar que la senda definida por el conjunto de países miembros de la ONU sea emprendida y esa visión del mundo –y del país- al 2015 sea menos difusa. ONGs, ODMs y financiamiento... El caso argentino plantea un escenario difícil a la hora de pensar a los ODMs como una real oportunidad de acceso a fondos de la cooperación interancional, debido a que la gran discusión se da con los ojos puestos en África y en algunos otros “Países Altamente Endeudados” pero no en países como la Argentina –y casi todo el resto de América Latina-, lamentablemente. Sin embargo, lo anterior no significa que no habrá ayuda proveniente de la cooperación internacional y las ONGs argentinas deben estar preparadas para solicitarla. Los ODMs exigen alianzas y es allí donde impactará el conocimiento o no de ese “marco para la acción” por parte de las ONGs. Hoy más que nunca la cooperación internacional va a exigir propuestas que den cuenta de concertación local, de alianzas intersectoriales e intergeneracionales que potencien el impacto de las acciones propuestas en cuanto a mejora en indicadores de alguna/s meta/s específica, maximicen el aprovechamiento de los recursos –no sólo los solicitados a la cooperación internacional, sino también los recursos locales preexistentes!- y minimicen la superposición de esfuerzos y la consecuente pérdida de recursos y de impacto. El esquema de trabajo propuesto por los ODMs se relaciona con la conformación de amplias redes y coaliciones en varios planos simultáneamente: el local, el nacional, el regional y el internacional norte-sur. Asimismo, el paso siguiente a la concertación multiactoral, será la definición -o adecuación de propuestas, si ya ha sido definido- a metas e indicadores locales de desarrollo basados en los ODMs. Las ONGs que mejor adecuen su accionar y propuestas para la cooperación internacional a ese esquema concertado y de definición de metas e indicadores locales de desarrollo y del impacto en ellos esperado por las acciones propuestas, serán las que tendrán más ventajas a la hora de acceder a ese apoyo. Involucrarse... Las ONGs argentinas deben involucrarse en la definición de agendas locales de desarrollo –tanto más cuando el principal desafío argentino con respecto a los ODMs es la disminución de las disparidades entre provincias-; deben ser posibilitadoras del diálogo y el consenso entre Estado, Sociedad Civil y Mercado en pos de mejorar la calidad de vida de sus poblaciones. Además, las ONGs deben bregar por la transparencia en el uso de los fondos públicos y participar en la elaboración de informes de situación con respecto al logro de las metas y objetivos. Como menciono en el párrafo anterior, la cooperación internacional exigirá que los proyectos impliquen una previa definición de metas e indicadores locales de desarrollo, roles y protagonismo de múltiples actores. Los ODMs tienen relación con todo el vasto campo del accionar de las ONGs y lo resignifican. De alguna manera, todo lo que están haciendo y hagan en los próximos 10 años impactará en el logro o no de los Objetivos. « return. |