by Leon Castellanos Jankiewicz
Published on: Apr 29, 2005
Topic:
Type: Opinions

¡Celebremos Juventud!

Ha llegado la hora de celebrar. El 60º aniversario de las Naciones Unidas está próximo, y ninguna actitud adversa hacia este organismo podrá desmeritar el hecho de que éste es un momento histórico significativo. El sólo pensamiento de 191 países convergiendo sus esfuerzos por la paz y depositando su confianza en una sola institución es en sí un logro, y uno que ha prevalecido a lo largo de décadas.

El 13 de septiembre de 2005, la apertura del 60º período de sesiones de la Asamblea General (AG) se llevará a cabo en Nueva York, con la presencia de numerosos jefes de Estado y diplomáticos de alto nivel. En el foco de estos acontecimientos, la juventud asume un papel único. El Secretario General se dirigirá a la AG con un reporte especial sobre juventud, evaluando los avances del Programa de Acción Mundial para los Jóvenes (PAMJ), adoptado en 1995. Adicionalmente, la AG ha dispuesto dos sesiones plenarias para temas de juventud en octubre de 2005, y previamente a éstas, se llevará a cabo una mesa redonda consultiva con expertos en juventud y Delegados Juveniles para evaluar el PAMJ.

Un Delegado Juvenil es aquél joven elegido a través de un Consejo Nacional Juvenil y una Cancillería de Relaciones Exteriores para representar los intereses juveniles de su país ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York y otras reuniones internacionales relevantes.

Aunque los gobiernos obtendrían grandes beneficios mediante participación juvenil oficial, especialmente adquiriendo una nueva y diferente perspectiva sobre las temáticas vigentes, pocos han adoptado esta práctica. Solamente diez Estados-Miembros de la ONU enviaron Delegados Juveniles a la 59ª AG en 2004, la mayoría de ellos proviniendo de países desarrollados Escandinavos.

En las Delegaciones de países subdesarrollados, la concreción de representación juvenil constante ha sido lenta por varias razones, de las cuales resaltan el poco conocimiento que se tiene en la sociedad civil sobre esta modalidad de participación y el alto costo del viaje a Nueva York, aunado a gastos de estancia y manutención. Las siguientes recomendaciones pueden ser útiles para cabildear al gobierno de un país en desarrollo, buscando la inclusión de Delegados Juveniles y para preparar una propuesta que minimizará costos.

Alza la Voz: Cabildea

Si no existe un programa de representación juvenil en tu país, no dudes en comenzar un proceso de cabildeo ante tu gobierno, promoviendo la creación de la posición. Aunque no lo creas, los gobiernos monitorean muy de cerca las propuestas e iniciativas promovidas por grupos e individuos de la sociedad civil. Contacta a tu instancia local del Consejo Nacional Juvenil, u órgano equivalente, (siempre es bueno tener respaldo institucional), y trabajen en conjunto para formar una propuesta. Esta propuesta deberá ser presentada a la Cancillería de Relaciones Exteriores. De manera ideal, el Consejo Juvenil y la Cancillería deberán acordar la implementación del programa.

Estando en un país subdesarrollado, sería bueno que enfatizaras los siguientes puntos en tu cabildeo: el 85% de la juventud mundial vive en países subdesarrollados, y sin embargo, este sector es el que posee menor representación en los procesos de decisión internacionales; la participación juvenil de tu país sería, en este contexto, ejemplar, ya que el gobierno demostraría un compromiso serio con la juventud, y; el status especial del Delegado Juvenil brinda acceso a procesos en los que tu país no podría participar sin un Delegado de esta clase. Si tienes dificultades para convencer a la Cancillería o al Consejo Juvenil, pide a funcionarios y académicos eminentes que redacten escritos, en donde recomienden la inclusión de Delegados Juveniles enfatizando los beneficios del programa. Podrás llegar a ser muy persuasivo si obtienes recomendaciones de las personas indicadas, como lo pueden ser Delegados Juveniles eméritos y actuales de otros países, oficiales de la ONU en tu país, representantes de tu país ante las Naciones Unidas, investigadores universitarios, líderes juveniles o estudiantiles, políticos, etc.

Si aún no recibes una respuesta oficial, ¡no te rindas! Continúa contactando a las personas pertinentes, e insiste sin ser un fastidio. Esto muestra interés y determinación de tu parte, y obtendrás una respuesta tarde o temprano.

Más por Menos: Simplifica

Una parte definitoria de tu propuesta es el presupuesto. Es importante que el presupuesto refleje la totalidad de tus recomendaciones, por lo que el desarrollo de la propuesta requiere de sumo cuidado. Asegúrate de haber considerado todas las opciones posibles, y crea un programa que reduzca costos simplificando.

Si dividiéramos el programa de Representantes Juveniles, encontramos que contiene tres períodos principales: antes [1], durante [2], y después [3] de la estancia en Nueva York. Un país en desarrollo seguramente buscará reducir costos sin disminuir sus capacidades y representación ante la AG. Por tanto, no es viable simplificar la fase [2] del programa, pero mucho puede hacerse para que [1] y [3] cuesten menos, sean más simples y en consecuencia, más atractivos para tu gobierno y patrocinadores.

Tomaré como ejemplo la fase [1], en donde se contempla el proceso de selección del Delegado Juvenil. En varios países industrializados, los candidatos pasan por una fase escrita y dos rondas de entrevistas. Esta es una excelente metodología, ya que involucra un extenso contacto directo con los interesados. Sin embargo, quiere decir que el presupuesto deberá incluir transporte redondo (probablemente aéreo) para muchas personas al lugar donde se lleven a cabo las entrevistas. Agregando gastos de alojamiento y viáticos, el resultado es bastante costoso. Simplificando, es posible establecer dos fases escritas, la primera consistente en el envío de un currículum vitae. Una vez que se haya hecho una preselección de éstos, los candidatos restantes podrán elaborar un ensayo, donde describan los beneficios y aportaciones que traerán a la Misión como Delegados Juveniles. Se seleccionarán tres ensayos finalistas, cuyos autores serán entrevistados para elegir al Delegado Juvenil. También es posible tener entrevistas a nivel local antes de pasar a fases subsiguientes. El proceso de selección es muy manejable y varía dependiendo de tus recursos y criterio. Asegúrate de sacar provecho de ello.

La fase [3] también es fácil de moldear atendiendo a tus necesidades y destrezas. Consiste en la retroalimentación comunitaria que el Delegado Juvenil hace después de su gestión en Nueva York. Aquí es importante hacer buen uso de tecnologías de información y comunicación, para difundir la experiencia adquirida entre la juventud del país. Crear una página de internet, hablar en programas de radio y televisión, publicar un boletín y formar redes con organizaciones juveniles a lo largo y ancho del país son formas efectivas y directas de estar en contacto con la comunidad.
Toma en cuenta que no todo el dinero provendrá del gobierno. Tú, o el Delegado Juvenil seleccionado, deberán estar dispuestos a recaudar fondos si esto sucede. Esto será relativamente sencillo, ya que tendrás el respaldo de instituciones gubernamentales y juveniles, así como una amplia experiencia en cabildeo.

No lo Olvides...

Siempre sé conciso sobre lo que estés pidiendo, y expresa tus ideas de la manera más simple posible. Asegúrate de no recomendar algo que seguramente será cambiado o desechado. Al contrario: desarrolla un programa que cubra todas las fases y que pueda evolucionar con el tiempo y la experiencia sin ser alterado significativamente. Contacta a Delegados Juveniles de otros países. ¡Ellos han estado expuestos a todo el proceso!

Una vez que estés ahí, nunca olvides de dónde provienes y los valores que representas. Y siempre asómbrate por las 191 banderas que se transforman en una ante la Capital Convergente.

« return.