by Aldo De Santis Ramirez | |
Published on: Apr 15, 2005 | |
Topic: | |
Type: Opinions | |
https://www.tigweb.org/express/panorama/article.html?ContentID=5406 | |
“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros". Este principio de Derecho internacional, tan difundido por la Organización de las Naciones Unidas y tan formalmente aceptado por la mayoría de los países que conforman nuestro planeta parece verse opacado en muy variadas y repetidas ocasiones por los mismos que lo aceptan. Creemos ante nada, que debemos partir del principio de que todos los derechos son fundamentales, por lo que no debemos establecer ningún tipo de jerarquía entre ellos,. Sería difícil pensar en tener una vida digna si no disfrutáramos de todos los derechos, y no respetarlos significaría atentar contra la dignidad humana. Mas aun deben prevalecer en las casos de aquellas personas mas vulnerables, aquellas que necesiten de cuidado , protección y guía, en este caso quisiéramos referirnos a los niños. Como bien señala la Declaración de los Derechos del Niño: “ Considerando que el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita cuidado y protección especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento” ……. Y en adelante dicta una serie de Derechos esenciales para su desarrollo, entre ellos el Derecho a la Educación, un Derecho que deber ser proporcionado gratuitamente por el Estado y además deber ser obligatorio, para el mismo beneficio de aquellos quienes lo reciben, pero encontramos que en Venezuela este derecho se ve “ lastimado” por planes educacionales llamados “ misiones” , donde se imparten conocimientos a medias, por personas no calificadas y aun peor, tratando de guiar las mentes de los alumnos a posiciones políticas especificas. Tampoco podemos esperar que la educación que reciban los niños sea ideal, cuando sus maestros se ven obligados a interrumpir las clases, sea en forma de reclamo o huelga, por un sueldo digno y un trato justo; o cuando muchos de estos simplemente toman la formación del pequeño como un deber, y no como el arte de instruir, de enseñar, de mostrarles los pasos para su futuro. Otro gran problema surge cuando estos niños concurren a la escuela con hambre, ya que sus padres se ven imposibilitados de darle la debida alimentación pues carecen de los recursos necesarios, es común ver en las zonas populares de Venezuela a los niños dormir temprano, para que recibir al día siguiente su única comida. Es por esto, que debemos velar por la democracia de un país, por la igualdad de nuestros derechos, por la oportunidad que deben tener todos los niños de expresarse, de vivir, y vivir bien, y sobre todo de enseñarles, de mostrarles un futuro con igualdad, y en la medida de lo posible abrir espacios solo para ellos, no debemos permitir que sean sofocados frente a las ideas retrogradas con las que callan sus bocas, al querer forjar sus caminos con doctrinas oficialistas por parte del gobierno de turno, lacerando sus ideas, mutilando su pensamiento, por el simple hecho de que solo son unos niños y aprovechan su vulnerabilidad para “ moldearlos” a su preferencia. Seria difícil pensar que un niño pueda tener una vida digna en un país donde no se les toma en cuenta como ciudadanos, pues no votan , así que no valen para aquellos que están en el poder y solo les interesa “ repetir” el cargo, parece ser que no se dan cuenta que están desgarrando el futuro, pues esos que son niños, mañana serán hombres, los hombres que deberán dirigir nuestro país. Pero se nos hace difícil decir estas verdades y se nos evita a participar en el destino del país, porque cuando manifestamos nuestros derechos u opiniones se nos reprime, ya sea de forma violenta, o con la sutilidad de las amenazas. Evidentemente no existe una democracia verdadera, y si nos vemos expuestos a esto hombres y mujeres, que podemos esperar para los mas vulnerables, para los niños. Es entonces deber y labor primordial de todos velar por ellos, pues son ese futuro que todos anhelamos. « return. |