by Martín Miguel Arias
Published on: Jun 3, 2004
Topic:
Type: Opinions

Conceptualmente podemos decir que un idioma es:

“Expresión de una cultura, medio de comunicación, el idioma es un instrumento al servicio de la comunidad que lo utiliza; siempre en evolución”. (UNESCO)

En el mes del Idioma quisiera compartir con ustedes estos comentarios relacionados al presente en la Argentina.

Palabras en constante dinamismo

A raíz de la situación que nos ha tocado vivir como país en estos últimos tiempos, (desocupación, manifestaciones sociales, nuevas maneras de ganarse la vida, etc.), es que han surgido nuevas palabras que la sociedad ha incorporado en el día a día. A continuación algunos ejemplos con sus correspondientes citas.

Motoquero: Aficionado a las motocicletas y a todo lo relacionado con ellas.
Revista Para Ti, 21.09.2001: Florencia con una infaltable chaqueta de estilo motoquero en color neutro, ideal para ir a trabajar o para un look más informal.

Falopero: Drogadicto. Diario Clarín, 21.02.1992: (Pretendo) desmentir la versión según la cual yo incriminé a todo el ambiente del rock como falopero.

Cartonero: Persona que recoge y selecciona, de entre la basura, cartones u otros materiales para su venta. Diario Clarín, 23.08.1998: La lucha entre rancherías y restaurantes se manifiesta en las montañas de basura, que revuelven los mendigos y cartoneros que pasean por Lavalle después de las diez de la noche.

Estas son algunas de las tantas palabras que hoy en día utilizamos, (Cacerolazo, Milico, ortiva, desenchufarse, etc.) Pero también hemos asimilado palabras en otros idiomas, un claro ejemplo de esto son las vidrieras de los comercios con anuncios tales como SALE, OFF, etc. ¿Una moda? ¿Globalización? ¿Términos del Mercado? Muchas pueden ser las causas, pero lo más singular es que las personas aprendieron sus significados sin tener un dominio de ese idioma extranjero.

Un claro ejemplo de palabras que vuelven, es el caso: “arbolito”. Esta palabra fue concebida para identificar al vendedor callejero de dólares, con ofertas más tentadoras que las que se pueden encontrar en las casas de cambio. Se lo denomina así porque esta plantado en la vereda y se encuentra lleno de “verdes”. Esta palabra surgió hace dos décadas atrás en medio de una crisis económica, desapareció durante la época de convertibilidad y resurgió hoy con esta inestabilidad financiera.



Diversidad de la versión oficial.

En el país de los cinco continentes también poseemos cierta diversidad del idioma oficial. Es muy gracioso escuchar a gente de las distintas provincias con sus pronunciaciones y modismos. Generalmente muchas veces uno puede asociar a una persona con su provincia. Si uno hiciera un viaje por todo el país y quisiera relevar todas esas palabras particulares y propias de cada lugar y época seguramente publicaría un libro sumamente extenso.

As así que nuestro oído puede darnos pistas si estamos hablando con un cordobés, mendocino, Jujeño, porteño, etc.

Muchos factores hacen que esta diversidad tenga vigencia, a modo de mencionar algunos de ellos: Los aportes de las zonas de frontera, de las comunidades indígenas, las corrientes migratorias, etc. Muchas veces uno puede llegar a sentirse extranjero por no conocer ese vocabulario endémico.


Lenguas indígenas

Según tengo entendido todas las lenguas indígenas habladas en el país originariamente no poseían escritura (ágrafas). La transmisión oral era el único medio para preservar las costumbres, las reglas sociales y los valores éticos. Sin embargo, con el aporte de las misiones se confeccionaron gramáticas y diccionarios, fue así que pudo traducirse la Biblia a algunas de estas lenguas. En la última década se han implementado programas de educación bilingüe e intercultural en algunas escuelas con población indígena se les otorgó importancia a la escritura de las lenguas indígenas y se motivó a que adoptarán un alfabeto propio.

Actualmente existen 12 de las 35 lenguas que se hablaban en lo que hoy es la Argentina en los tiempos en que arribaron los españoles. (Mapuche, Wichi, Toba, Quichua santiagueño, Guaraní, Mocoví, Mbyá, Pilagá, Nivaclé, Chorote, Chiriguano, Tehuelche).

Un ejemplo de palabras en Guaraní que sé, es: Curuzú Cuatía, que significa Cruz de papel. Es el nombre del pueblo en donde nací.


Espero que estas simples palabras le hayan otorgado una radiografía de la riqueza lingüística que en nuestro país existe.








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