Extendiste tu mano hacia mí
Con un; “te quiero” me quisiste
Mis ojos desanimados se animaron
Profundizando en tu cuerpo, mujer
Mis brazos exhaustos hallaron descanso en tu lecho
Así mis labios recorrieron tus pechos
mis manos se escondían en tu pelo
Mientras tus besos conocieron mis poros
Abiertos por los movimientos
Y es que no hay sombra que cubra
El amor que alumbra estos momentos
Cuando todos duermen, hay silencio y están quietos
El amanecer se levanta de su sueño
Y Nuestros cuerpos descubren;
Que aun están despiertos
De nuevo se confunden los colores
Se confunden los colores de nuestras pieles
nadie podría saber cual de los dos tú eres
Y es que no hay sombra que cubra el amor que alumbra estos momentos y es que
Los dos somos uno, un solo cuerpo.
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