by Elizabeth Arceo
Published on: Sep 14, 2008
Topic:
Type: Opinions

La sexualidad es un conjunto de posibilidades biológicas, psicológicas y eróticas del ser humano que inherentemente se encuentran ligadas a la cultura y a otros aspectos como la religión, sociedad y familia.

La sexualidad forma parte del desarrollo integral del ser humano y por lo tanto no sólo puede ser considerada como una necesidad fisiológica y/o biológica sino como el ejercicio de esa parte que nos caracteriza como seres humanos y que es el poder de la elección erótica, sexual y reproductiva.

La primera mención de “derechos reproductivos” se dio durante la primera Conferencia Mundial de la Mujer, realizada en México en 1975. Ahí se mencionó que los derechos reproductivos comprenden esencialmente el derecho a la integridad física, a decidir sobre el propio cuerpo y las diferentes formas de ejercicio de la sexualidad.

Mientras, la definición de derechos sexuales se dio en 1995 durante la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer, realizada en China, donde se sentaron las bases para reconocer los derechos sexuales, reconociendo que los derechos humanos de la mujer incluyen el derecho a tener control sobre su sexualidad, su salud sexual y reproductiva y a decidir sin coerción ni violencia.

En términos generales, los derechos sexuales y reproductivos se refieren a las expresiones y posibilidades eróticas, sexuales y afectivas de los seres humanos, de modo que abarcan las necesidades, derechos y obligaciones relacionadas con el libre ejercicio de la sexualidad.

De acuerdo con la Cartilla por los derechos sexuales de las y los jóvenes, de la Campaña Nacional Hagamos un Hecho Nuestros Derechos, encabezada por la Comisión de Derechos Humanos de México y múltiples organizaciones civiles, los siguientes, son los derechos sexuales de las y los jóvenes:

1. Derecho a decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad
2. Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual
3. Derecho a manifestar públicamente mis afectos
4. Derecho a decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad
5. Derecho al respeto de mi intimidad y mi vida privada
6. Derecho a vivir libre de violencia sexual
7. Derecho a la libertad reproductiva
8. Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad
9. Derecho a vivir libre de toda discriminación
10. Derecho a la información completa, científica y laica sobre la sexualidad
11. Derecho a la educación sexual
12. Derecho a los servicios de salud sexual y a la salud reproductiva
13. Derecho a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad

Es indudable que los derechos sexuales y reproductivos están en construcción, en cuanto a la inserción en las leyes y reglamentos, acuerdos internacionales, la aceptación social y cultural y sobre todo, en nuestra forma cotidiana de vida.

Entonces, ¿Cuál es nuestra parte como jóvenes en este proceso? Primero, es importante resaltar que la sexualidad no solo concierne a un grupo poblacional, es importante entender y respetar los derechos sexuales y reproductivos como seres humanos, no sólo como jóvenes. Segundo, como jóvenes, es importante entender, defender, practicar y difundir los derechos sexuales y reproductivos ya que obvia decir que las experiencias eróticas, sexuales, reproductivas y de salud sexual se dan con mayor intensidad en esta etapa de adolescencia y juventud.

En cuanto a la participación de los jóvenes en políticas públicas sobre sexualidad, es necesario hacer nuestro este derecho y obligación, es decir, ser responsables del ejercicio de nuestra sexualidad, de la salud sexual y de nuestras decisiones reproductivas. Pensar en derechos sexuales y reproductivos es pensar en tolerancia, responsabilidad, salud, erotismo, educación, protección, laicismo, equidad, intimidad y respeto.

« return.