Entre verdores que invaden la mirada
Y llanuras que entibian la sangre comprendiéndose la humanidad.
En un recorrido fulgurante de un libre destino, se logra encontrar la tranquilidad clara. Será un sol tropical naciente,
en este paisaje muy envolvente.
Recorriendo a velocidad la nula aridez y testigo de la lentitud del agua, disfrazada de mansedumbre saluda mi llegada una brisa en timidez.
Aflora en pensamiento la poesía cual hojas que el viento se las lleva,
sin limite en sus paseos por árboles
queda uno cautivado en demasía.
Cuando arremete sin dolor el viento, traslada mi paradero a su ruta
y entre cantos dulces de aviario
no hace falta mas condimento.
Quedando mucho quedescubrir, no serán panaceas tal vez los follajes
si no rutas de influyente cálida libertad
augurando la plenitud en un porvenir.
Ahora el norte indica el oriente llegando hacia la posada de la mirada
y escapando de la sequedad y la altura, fugitivo del frío hacia lo caliente,
Lejos de las evocaciones de compañeros
a distancias de sus interrogantes,
sobra la idea que no existieron nunca, haciendo eterno los momentos pasajeros
No habrá mejor dirección que el oriente, cuando el corazón elija su viaje,
al encuentro de su naturaleza tropical, pues el jardín del Edén es su atrayente.
Testigo en pensamiento, cuerpo y alma sobre la obras y genialidad del Eterno suenan los grillos y chicharras
en estas noches de calor abrumado de calma
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