RULETA URBANA
Héroes de carne y hueso
Diciembre 2006: Lorena se levantó más temprano que de costumbre, por fin era 8 de Diciembre, el día más esperado desde el nacimiento de Julissa, al sonar el despertador pegó un brinco de la cama y se metió a la regadera pidiendo a Dios que la llamada que tenía que realizar fuera contestada. Antes de las siete de mañana marcó por primera vez, la línea estaba ocupada, entró a la cocina para hacer el desayuno y preparar a las niñas para la escuela, no desistía en marcar de nuevo el número que le había sido proporcionado dos meses atrás, a las siete treinta por fin, la llamada entró, le contestó una grabación y se quedó en la línea esperando a que algún humano dijera “bueno” del otro lado de la línea. Durante hora y media solo se pasaba el teléfono de un oído a otro ansiando que alguien le respondiera, vio su reloj, ya era tarde. Para no colgar, marcó desde su celular al trabajo para avisar que su llamada había sido contestada y que no iba a poder asistir. A las ocho y media por fin se escuchó la tan ansiada voz de otra persona.
-“Bienvenida al centro de rehabilitación Teletón, su ficha es la número 98”.
-Desde ese día, el 98 es el número de suerte de Julissa y su madre Lorena.
Lorena es madre soltera, trabaja en una oficina en cd. Cuauhtémoc, tiene dos lindas niñas; Jessica de doce años y Julissa de diez, a la cual, al nacer le diagnosticaron un problema en la columna, lo que la imposibilita a caminar. Es una niña con una sonrisa inmensa y un carisma especial, ella y su madre viajan en camión de Cuauhtémoc a Chihuahua hasta 20 días al mes para que Julissa reciba terapia, han llegado a pasar jornadas de más de ocho horas entre el viaje y las terapias, a su regreso, Lorena vuelve al trabajo.
Solo hay una forma de describir a seres como Lorena: “héroes de carne y hueso”; es impresionante y digno de ejemplo la fuerza de espíritu de estos padres, que con más de un hijo, luchan por que estos que sufren alguna discapacidad, tengan una mejor calidad de vida. Hay personas que viajan por horas en camión arreglándoselas como pueden para cargar con la silla de ruedas, la criatura y en veces hasta a sus otros hijos por que no tienen donde dejarlos.
El CRIT no hace diferencias sociales, recibe todo tipo de gente, hay personas con verdaderos problemas económicos que tienen que pasar días en esta capital para que los niños sean atendidos, y en veces no hay dinero ni para comer durante su estancia aquí.
El centro de rehabilitación está construido a base de una infraestructura increíble, cada espacio, cada aparato está hecho pensando en los niños y sus necesidades, es un espacio que alberga: sueños, amor y esperanza. Lo mas hermoso de todo es que es un lugar que existe gracias a la solidaridad de un país, de una nación que con fraternidad logró crear este centro de rehabilitación en nuestro estado.
Actualmente el CRIT Chihuahua atiende alrededor de mil niños en rehabilitación y necesita del apoyo de nuestra comunidad para seguir dando esperanza a personas como Julissa y Lorena. El centro requiere de voluntarios que estén dispuestos a sacrificar un poco de su tiempo para ser parte de este gran sueño, además de la necesidad de donativos en efectivo, alimentos, ropa, pañales y comida para bebé.
Acérquense a conocer este mágico lugar que no es más que una pequeña muestra de lo que juntos podemos lograr y de la calidad humana que existe en los héroes cotidianos de México. Se parte del sueño de estos niños y sus padres que luchan día a día para poder tener el regalo mas preciado de la vida “salud”.
Si estas interesado en apoyar pide informes en el número 429.5306.
info@lauramuller.com.mx
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