La niña y el buitre
Abril 1994: Kevin Carter veía realizado el mayor sueño de su vida; por fin era el mejor, había logrado el sueño de cualquier fotógrafo; ganar el premio Pulitzer. Su fotografía dió la vuelta al mundo, es una imagen que parece hablar, conmueve a las lágrimas al más fuerte y lleva a la reflexión hasta a el más desalmado.
La fotografía muestra a una pequeña niña, en Sudan, agonizando, a punto de morir de desnutrición, y un buitre detrás de ella esperando su muerte, para saciar su hambre; la niña estaba a menos de un kilómetro del campo de alimentos de las Naciones Unidas. En África los buitres son los únicos que llevan una alimentación balanceada, a costa de las constantes muertes que acarrea la extrema pobreza.
Hace unos meses en mi antiguo trabajo conocí a una estudiante que hacía su servicio social ahí, una chavita muy inteligente llamada Alejandra, pero me sorprendió un comentario que hizo en una ocasión, se le ocurrió decir que México no era un país pobre, es impresionante como logramos cerrarnos en nuestro circulo social y no darnos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, o mas bien negarlo por comodidad.
Hace poco fui a la universidad donde estudia Alejandra y me di cuenta de por que vive en un mundo de cristal, es un lugar irreal, ni en las grandes empresas tienen la infraestructura que ahí existe, realmente te hace creer que estas en un país de primer nivel. Y curiosamente me produjo tristeza, que un monton de gente se crea esas patrañas y cierren los ojos a lo que realmente somos, por que si no existe conciencia de lo que realmente sucede en nuestro país, las cosas continuarán igual.
Nos impresiona el escuchar que en otros países las personas mueren de hambre, en nuestro país las personas sobreviven gracias a la combinación de alimentos que nos fue heredada por nuestros antepasados indígenas, al mezclar, chile, maíz y frijoles tu cuerpo obtiene los nutrientes necesarios para mantenerse con vida, sin embargo eso no quiere decir que sea lo bastante para tener un desarrollo pleno.
Más del cincuenta por ciento de nuestros hermanos mexicanos son pobres, debido en gran medida a la gran desigualdad en los ingresos; la décima parte mas rica de la población gana mas del 40 por ciento de los ingresos totales, mientras la décima parte más pobre solo obtiene 1.1 por ciento. Además contribuyen a la pobreza la desigualdad regional, étnica y las diferencias en cuanto al acceso a la salud, educación y servicios públicos de buena calidad.
Según el mismo Banco de México, alrededor de 53 por ciento de los 104 millones de habitantes están en esta situación, definida como un nivel de consumo por debajo de las necesidades mínimas de alimentos básicos y algunos otros bienes no alimentarios básicos.
Cerca del 24 por ciento de la población es considerada ”extremadamente pobre”, es decir, con un ingreso insuficiente incluso para una nutrición adecuada.
Aborrezco las cifras, deshumanizan, son mas de veinticuatro millones de personas como tu y como yo que no tienen que llevarse a la boca, que no tienen cara, para llegar a su hogar y decirle a sus hijos que no traen para la cena, jóvenes que no tienen oportunidad de estudiar, niños que tienen que trabajar.
¿Tienes idea de lo que es pasar una jornada de 8 horas y recibir menos de once pesos por tu trabajo?¿O que te paguen con un kilo de fríjol o maíz? ¿Que te completas con once pesos? ¿ y si tienes familia? ¿y si estas enfermo?
Salir de un circulo de pobreza es casi imposible, imagina, si no vas a la escuela no sabes leer ni escribir, sumar o restar, no sabes que tienes que hervir el agua antes de tomarla ¿y si te enfermas y no tienes con que pagar un doctor? ¿Si no hay servicios médicos o escuelas cerca de donde vives? es un continuo circulo el cual es heredado de generación en generación.
Esto se vive en nuestro país, ni siquiera lejos de donde vives, en cada semáforo de nuestra ciudad lo vemos. Cuando vi la fotografía de Carter, yo, lloré, comencé a buscar la historia del quien había tomado esa fotografía; la niña que aparece en la foto estaba a menos de un kilómetro de distancia de un campamento de ayuda de las Naciones Unidas e intentaba llegar hasta ese sitio para pedir comida; sin embargo, el fotógrafo, cumplió con su trabajo de retratar la terrible escena y se retiró del lugar dejándola ahí.
Cuando leí eso realmente pensé, “pero que hombre tan maldito” y luego me di cuenta que yo hago lo mismo, varias veces al día, paso por un semáforo veo un indígena y con unos pesos o una lata de comida calmo mi conciencia, me convierto en Carter, por mi propia comodidad evado esa realidad.
Carter gano el premio Pulitzer por esa imagen, tres meses después, llevó su camioneta roja al río en el que pescaba de niño, se encerró, puso a el máximo el volumen de los auriculares del walkman, conectó la manguera del tubo de escape a la cabina sellada y se durmió en monóxido de carbono. Se suicido. Tenía 34 años.
Hace falta conciencia, compromiso, hermandad, para salir de esta condición dramática que es la pobreza, hace falta tomar riendas en el asunto desde el lugar en que te desempeñes, si eres estudiante, estas ocupando un lugar que otro mexicano no tiene la oportunidad, ¡aprovecha!, si eres patrón ofrece un trato y salarios dignos, si eres político te lo suplico cumple con lo que prometes, cada quien dando un poco extra en lo que hace y apoyando a nuestros gobiernos para poder reducir estos índices de pobreza podemos dar un giro a este país.
Erradicar la pobreza y el hambre es el primero de los ocho objetivos del Milenio de la ONU, enteraté, conoce, y actúa, si te interesa mas información entra a www.lauramuller.com.mx e ingresa a la sección objetivos del milenio.
Ruleta Urbana se publica en el Heraldo de Chihuahua Martes y Viernes.
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