by Francisco Hurtado | |
Published on: Mar 23, 2007 | |
Topic: | |
Type: Opinions | |
https://www.tigweb.org/express/panorama/article.html?ContentID=11773 | |
El agua en Quito, capital del Ecuador proviene de fuentes de agua cuyo aprovechamiento al ritmo en que crece la ciudad está llegando a su fin. Así el Municipio de Quito, que ventajosamente sigue proveyendo de este servicio a los habitantes de esta ciudad, ha iniciado un proceso de planificación para proveernos del agua de ríos orientales, es decir ríos que formando parte de la cuenca hidrográfica del Amazonas bañan varias zonas de nuestro territorio oriental y no forman parte del territorio de la Provincia de Pichincha donde se encuentra ubicada Quito. Pero, todos los habitantes de Quito somos concientes de esta realidad? Al parecer nacemos con la conciencia de que el agua ya está ahí, basta abrir un grifo o una llave para obtenerla y aprovecharla. Ahora la ciudad enfrenta dos graves problemas: En primer lugar que al ser un centro urbano con gran actividad económica, muchísima gente decide desplazarse desde otros pueblos y ciudades para trabajar y vivir en Quito, incluso muchísimos colombianos desplazados por la violencia en su país han llegado a Quito a solicitar refugio y han establecido su residencia en esta ciudad, aumentando año a año la necesidad de agua. El segundo problema es que la ciudad no trata sus aguas residuales (negras o grises) provocando que el agua que consumimos no sea uitlizable para el resto de ciudades, pueblos o comunidades que toman el agua después que es devuelta a los ríos. Esto no quiere decir que la única responsabilidad sea del Municipio o del Estado Ecuatoriano, pues tampoco la mayoría de las industrias tratan sus aguas previo a enviarlas como deshecho nuevamente al sistema de alcantarillado y consecuentemente a un río, y los ciudadanos a diario desperdiciamos agua en nuestras actividades de rutina. Es un derecho o un recurso? Si hablamos de las necesidades vitales de los seres humanos es un derecho, pero eso no significa que entonces podamos usarla a nuestra conveniencia. Esto también significa que no es lo mismo que una familia requiera de agua para subsistencia que la cantidad de agua que necesita una lavadora de vehículos o peor una industria cualquiera. Es evidente que la autoridad pública al momento de fijar tarfias por el aprovechamiento del agua debe considerar cuáles son los usos que se le da, por lo que la industria pagará la tarfia más alta, la lavadora de vehículos en menor medida y la tarifa más accesible será para una familia o individuo para consumo vital. Así mismo, la autoridad ambiental de cada país deberá fijar normas extrcitas sobre tratamiento de aguas y reutilización de la misma principalmente para actividades económicas pero tambien para personas naturales. En esta etapa de soluciones se observa entonces que se requiere de una grnad voluntad política para conseguir cambios sutanciales en los modos de consumo del agua (y en general de otros recursos), pero así mismo se concluye que para crear esta voluntad política se requiere que gran parte de la sociedad civil se preocupe por concienciar a toda la sociedad en conjunto sobre lo importante de limitar, reutilizar y no contaminar el agua. Si no es una opción de la mayoría de la gente que presione por la toma de decisiones que inlfluyan en el aprovechamiento sustentable del agua entonces no se conseguirán cambios estructurales en la sociedad. « return. |