by Francisco Hurtado
Published on: Mar 14, 2007
Topic:
Type: Opinions

En 1970, el Club de Roma, una asociación privada compuesta por empresarios, científicos y políticos, encargó a un grupo de investigadores del Massachusetts Institute of Technology bajo la dirección del profesor Dennis L. Meadows, la realización de un estudio sobre las tendencias y los problemas económicos que amenazan a la sociedad global.

"Límites al Crecimiento" (Limits to Grow) es el título de este informe publicado en 1972 y en base al cual se llevó a cabo la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano en ese mismo año. Ya en esta fecha se planteó en la mesa de diálogo mundial la preocupación sobre el aprovechamiento desmedido de recursos naturales.

Gro Harlem Brundtland dirigió el equipo que publicó el Informe "Our Common Future" en 1987 en el que se plasmó el concepto global de Desarrollo Sustentable:

"La humanidad tiene la capacidad de hacer que el desarrollo sea sostenible, asegurando la satisfacción de las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades."

Creo que no necesita mucha explicación el sentido altruista de este concepto, el buscar la satisfacción de nuestras necesidades teniendo en cuenta que las generaciones que vienen a continuación también lo puedan seguir haciendo.

En este concpeto se evidencia el elemento temporal: la responsabilidad que tenemos de mantener esta actitud indefinidamente, es decir ser capaces de continuar la existencia de nuestra y todas las especies sobre la tierra mientras eso este al alcance de nuestras manos.

A partir de estas disquisiciones el tema ambiental siempre ha estado confrontando a los modelos de desarrollo de todos los países y los sitemas económicos en los que se basan.

Así mismo las corrientes ambientalistas se han dividido según los matices que genera la interpretación del concepto de desarrollo sustentable citado anteriormente.

Los ecologistas profundos exigen un proceso de desindustrialización, pensando en la preservación de los recursos naturales y basando las actividades humanas en la agricultura como modo de subsistencia.

Desde este lado de la balanza vamos encontrado otras posiciones respecto al uso de los recursos naturales, unas planteando que son los gobiernos los que deben limitar el uso de algunos recursos y otras un poco más flexibles que plantean que se debe aprovechar los recursos estableciendo modelos de gestión de los mismos, siempre con el apoyo de la innovación tecnológica.

Finalmente al otro lado de la balanza aparece la postura de un crecimiento económico desmedido, en el que se espera que la innovación tecnológica encuentre sustitutos para aquellos recursos naturales que, tarde o temprano, empezaran a escasear.

En la coyuntura actual, enfrentamos un proceso en que grandes empresas transnacionales buscan extraer la mayor cantidad de recursos naturales para poder mantener así mismo la energía suficiente para la población mundial y sus deseos que se traduce en los niveles de consumo existentes.

Los gobiernos han dejado de representar a la población de cada país, para representar a los grupos económicos de poder y garantizar que estos sigan manteniendo sus negocios y obteniendo utilidades en desmedro de la mayoría de seres humanos en el planeta.

Y no hablamos exclusivamente de los países industrializados y desarrollados, porque incluso en países en desarrollo o en vías de desarrollo, y de hecho con mayor intensidad en estos países, grandes ecosistemas se pierden a diario ante la extracción de recursos naturales.

La agroindustria, la minería, la extracción de madera y petróleo, la privatización del agua, las emisiones de gases entre otras muchas actividades generan impactos ambientales que con el pasar de los años han pasado de ser remediables a irreversibles.

Más aún en paises donde no existen políticas ambientales, ni conciencia por parte de los habitantes es donde ocurren actualmente los mayores deterioros ambientales.

Entonces, desempolvando al Informe Meadows, podemos preguntarnos: es necesario poner límites al crecimiento? En la actualidad hemos revasado en mucho la capacidad de la naturaleza de autorecuperarse, muchos ecosistemas se pierden irresistiblemente ante la acción del ser humano.

Tal vez el Informe Bruntland se olvidó establecer que aquellas necesidades que debemos satisfacer ahora e indefinidamente son aquellas necesidades sociales. Seamos concientes que si toda la población mantendría el consumo promedio de un habitante de Londres, entonces necesitaríamos dos planetas Tierra para subsistir. Si se necesitan límites al crecimiento económico eso no cabe duda. El tema central es como vamos a hacerlo.

Francisco Hurtado
COORDINADOR
GEO Juvenil Ecuador

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