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Científicos de la Convención de Estocolmo se reúnen en Punta del Este Uruguay para eliminar “la docena sucia”. |
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Científicos de la Convención de Estocolmo se reúnen en Punta del Este Uruguay para eliminar “la docena sucia”.
A partir del 2 de mayo de 2005 se viene llevando a cabo en el Hotel Conrad de Punta del Este, la Convención de Partes contratantes del Convenio de Estocolmo para la eliminación de los contaminantes orgánicos persistentes.
Los contaminantes orgánicos persistentes tienen propiedades tóxicas, son
resistentes a la degradación, se bioacumulan y son transportados por el aire, el agua y las especies migratorias a través de las fronteras internacionales y depositados lejos del lugar de su liberación, acumulándose en ecosistemas terrestres y acuáticos,
En el marco de la UNEP (siglas en inglés para Programa de Naciones Unidas para el Ambiente), los expertos se reúnen esperando que en esta oportunidad otros químicos también puedan ser añadidos.
Estos contaminantes, son utilizados generalmente en actividades agrarias e industriales en países en desarrollo, donde sus efectos no son del todo conocidos. Como reafirma la convención, si bien es cierto que todos los países tienen derecho a elegir como desarrollarse mejor, y a explotar de manera soberana su medio ambiente, claramente existe un límite que es la Salud de sus habitantes.
Los 12 Contaminantes Orgánicos Persistentes son:
ALDRINA -- Plaguicida utilizado contra las termitas, saltamontes, gusano de la raíz del maíz y otras plagas agrícolas. Puede matar también pájaros, peces y seres humanos. En una ocasión, la muerte de cientos de aves en la costa del Golfo de Texas se atribuyó a arroz tratado con aldrina.
BIFENILOS POLICLORADOS -- Estos compuestos se utilizan en la industria como fluidos de intercambio térmico, en transformadores y condensadores eléctricos y como aditivos en pinturas, papel autocopiante, selladores y plásticos.
Son tóxicos para los peces y han sido relacionados con fallas en el sistema inmunológico y en la reproducción en una cierta cantidad de animales salvajes como focas y visones. Un gran número de personas ha sido expuesto a esta sustancia a través de la contaminación de alimentos.
El consumo de aceite de arroz contaminado con bifenilos policlorados en Japón en 1968 y Taiwán en 1969 causó la pigmentación de uñas y fatiga, náuseas y vómitos. Niños nacidos de madres infectadas hasta siete años después del incidente en Taiwán mostraron retrasos en el desarrollo y problemas de conducta.
CLORDANO -- Utilizado en la lucha contra las termitas y como insecticida de amplio espectro en una serie de cultivos agrícolas. Según estudios, puede matar pájaros y peces, afectaría el sistema inmunológico de los seres humanos y puede ser cancerígeno.
DDT -- Tal vez el más conocido de los contaminantes orgánicos persistentes, el DDT se utilizó ampliamente durante la Segunda Guerra Mundial para proteger a los soldados y civiles del paludismo, el tifus y otras enfermedades propagadas por los insectos.
Unos 20 países continúan aplicándolo para combatir el paludismo. Enfermedades crónicas en los humanos han sido relacionadas con la exposición por largo tiempo al DDT. También tiene un efecto perjudicial sobre la cáscara de los huevos de los pájaros.
DIELDRINA -- Utilizada principalmente para luchar contra las termitas y las plagas que atacan a los textiles, es altamente tóxica para los peces y otras criaturas acuáticas, especialmente ranas. En un sondeo en Estados Unidos, la dieldrina fue el segundo pesticida más común encontrado en la leche pasteurizada.
DIOXINAS -- Estos productos químicos se generan por la combustión incompleta, así como durante la fabricación de algunos plaguicidas y otras sustancias químicas. Son emitidos en mayor parte por la quema de desperdicios de hospitales, de municipios y sustancias peligrosas y han sido relacionados con un número de efectos adversos en humanos, incluidos desórdenes inmunológicos y de las enzimas.
ENDRINA -- Este insecticida se fumiga en las hojas de algunos cultivos como el algodón y los cereales y también se ha utilizado para combatir ratones y otros roedores. Puede resistir en la tierra hasta por 12 años y encontrar una salida hacia el agua, donde es altamente tóxico para los peces.
FURANOS -- Estos compuestos se producen de forma no intencionada a partir de los mismos procesos que generan las dioxinas y se encuentran también en las emisiones de incineradores de desperdicios y automóviles. Son similares a las dioxinas y producen efectos tóxicos parecidos.
HEPTACLORO -- Utilizado principalmente para matar insectos del suelo y termitas, se cree que es responsable de la disminución de muchas especies de pájaros salvajes, como los gansos de Canadá y los cernícalos estadounidenses de la cuenca del río Columbia. Altas dosis de la sustancia son fatales también para los visones, ratas y conejos. Está clasificado como un posible cancerígeno para los seres humanos.
HEXACLOROBENCENO -- Surgió en 1945 para tratar la maleza. Ataca los hongos que afectan a los cultivos alimentarios. Entre 1954 y 1959 habitantes del este de Turquía desarrollaron varios síntomas, entre ellos cólicos, luego de ingerir granos tratados con esta sustancia. Varios miles sufrieron un desorden metabólico llamado porphyria turcica y el 14 por ciento murió. El hexaclorobenceno se encuentra en todo tipo de comidas.
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Fabrizio Scrollini
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