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Estamos ubicados en Uruguay, a comienzos del año 2005, viviendo a través de la experiencia personal de cada uno y de los medios de comunicación masiva, cómo existen problemas tales como la difícil inserción laboral, la falta de medicamentos en los hospitales, etc.
No sería correcto tal vez, decir que estamos en “decadencia” a nivel nacional, pero sí que se necesita no sólo mucho capital, sino personas dispuestas a “dar una mano”.
Una de las propuestas más claras de los ODM (los Objetivos de Desarrollo del Milenio), es que sólo va a ser posible cumplir con las metas propuestas si trabajamos todos en conjunto,intercambiando propuestas y experiencias. De otra forma el trabajo, aunque no sería en vano, no tendría la misma incidencia en la población.
A MODO DE INFORMACION:
La gente que vive por debajo de la línea de pobreza se multiplica semana a semana, día a día; sólo basta con darse una vuelta por la periferia de cualquier ciudad para darse cuenta de las dificultades que atraviesan.
A raíz de las múltiples carencias que afronta el país surgieron grupos, tanto a nivel gubernamental como no gubernamental, que se dedican a mejorar, en la medida que les es posible, las condiciones precarias en que vive más del 40% de la población.
Estos grupos de ayuda se dedican, entre otras cosas, a concientizar a las personas sobre diversos temas (por ejemplo, sobre cómo prevenir ciertas enfermedades),o se encargan de proporcionar comida a los comedores, o también a dar charlas sobre cómo cuidar el ambiente que nos rodea. Sus finciones son tantas y tan variadas, que las personas dispuestas a ayudar, aunque las hay, nunca son suficientes, pero siempre bienvenidas.
Después de comunicarme telefónicamente con algunas ONG’s y grupos ambientalistas de Montevideo, y preguntarles si había en sus organizaciones alguna iniciativa específicamente creada por gente joven, la repuesta fue: “No”, aunque sí hay muchos jóvenes trabajando conjuntamente con ellos en programas creados por adultos.
Sería incorrecto plantear sólo “una de las caras de la moneda”, porque en Uruguay SI existen grupos conformados por adolescentes que invierten mucho tiempo y empeño en ayudar al otro, como son el “Movimiento Tacurú” y los “Scouts”, entre otros. Pero estos grupos de iniciativa puramente joven son muy escasos en nuestro país. La mayor parte de la gente joven desconoce el significado y la existencia del Servicio Social.
Por ende este artículo, más que nada, es un llamado a los jóvenes uruguayos. Si bien algunos ya conocen la situación que se vive actulamente, y dedican parte de su tiempo a ayudar a otros más necesitados; muchos otros la desconocen. Algo que todos deberíamos tener presente, y me incluyo, es que en todos lados hay personas con necesidades y capacidades diferentes a las nuestras, a las que podemos ayudar, y de las cuales podemos aprender.
A través del trabajo comunitario no sólo da uno de sí mismo, sino que también recibe al mismo tiempo, se “retroalimenta”, es una relación recíproca. SIEMPRE VAMOS A TENER ALGO NUESTRO PARA DAR, PARA COMPARTIR, PARA OFRECER AL OTRO (no sólo en términos materiales), Y JAMÁS (dejemos esto bien claro) SE PIERDE DANDO.
Muchas gracias a las personas que día a día aportan su “granito de arena”, para que entre todos podamos de a poco ir construyendo y afirmando los pilares de esta sociedad uruguaya.
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cecilia saibene
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